sábado, 19 de enero de 2013

DIA 3: LOS ÁNGELES - LAS VEGAS

Después de nuestro fantástico día en Los Estudios Universal, era el momento de levantarse, desayunar como un buen americano y dejar Los Ángeles con destino la ciudad del Pecado.


Nos montamos en nuestro “camión” con destino Las Vegas. La primera parada, pasado Barstow por la I15, nos desviamos por la Ghost Town Road que lleva a Calico, un pueblo fantasma del típico Oeste perfectamente conservado (entrada 6 $ por persona).


El original pueblo de Calico fue creado en 1881, tras la aparición de unas minas de plata. Llegó a congregar hasta 1.200 habitantes y a tener 22 salones y hasta su propio Chinatown. A partir de 1907 la actividad minera se movió hacia el Death Valley y, además, el precio de la plata bajó tanto que hizo económicamente inviables las excavaciones. Finalmente, en 1929 el pueblo de Calico fue abandonado y en 1951 un ex-minero compró el pueblo, lo reconstruyó y lo convirtió en lo que es en la actualidad, un “pueblo fantasma” preparado para la visita de turistas. 





Al salir de Cálico, ya era prácticamente la hora de comer por lo que paramos a  comer en Peggy Sue que es un “dinner” ambientado en los años 50 y de los que están poniendo en España (35654 Yermo Road, Yermo, CA 92398). Es un sitio auténtico y una parada clásica para la gente que hace la Ruta 66.



Con el estómago lleno, pusimos rumbo a Las Vegas. En la carretera, pasamos por Baker, que es conocido por tener el termómetro más grande del mundo y por tener unas temperaturas bastante  elevadas durante todo el año.



Antes de llegar a Las Vegas, en la autopista nos encontramos con un desvío muy curioso como podéis ver en la foto.

Además, en esa autopista y a medida que ibas acercándote a la ciudad del pecado existen algunos hoteles-casinos en medio de la nada, por si alguno no aguanta hasta  Las Vegas para echarse "unas fichas".

Como íbamos bastante bien de tiempo, decidimos aprovechar la tarde y hacer una parada en la Presa Hoover viendo las distintas panorámicas de la presa más famosa del mundo por la película de Superman. 


Antes de acceder a La Presa Hoover, nos paró un control rutinario de seguridad nos registraron las maletas y el coche preguntándonos que si portábamos algún tipo de arma. Nos sorprendimos que nos hicieran esa pregunta pero claro en EEUU es normal que la gente lleve armas.

En la Presa existe la opción de hacer una visita a la Planta Eléctrica, de dos horas de duración, en la que se pueden visitar los generadores, sentir el ruido del agua cayendo por la presa, y ver las panorámicas del río Colorado y el lago Mead desde la plataforma de observación. Además, existe otro tour, que permite visitar adicionalmente los túneles y las galerías interiores de la presa.

La Presa divide los Estados de Arizona y de Nevada. Debe su nombre su nombre a Herbert Hoover, que jugó un papel fundamental en su construcción en primer lugar como Secretario de Comercio y posteriormente como Presidente de los EEUU.







Después de un atasco bastante serio, por fin llegamos al Strip a nuestro fantástico hotel (Planet Hollywood).



En las Vegas todos los parkings de los hoteles son gratuitos y tienen la opción de “Valet parking” en la que te aparcan el coche y únicamente hay que darles una propina.


Además, otra opción para moverse por el Strip ya que las distancias son bastante grandes es un metro gratuito que recorre el Strip.

Esa noche visitamos el casino de nuestro hotel, dimos una pequeña vuelta por el Strip y nos fuimos a dormir porque el día había sido muy duro y al día siguiente teníamos que levantarnos a las 5 de la mañana.



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