Para aprovechar la mañana,
nos levantamos y nos fuimos de excursión a Valley of Fire, que es una zona de formaciones rocosas (tipo Monument Valley). Estas formaciones son dunas de
arena que se quedaron fosilizadas en la era de los dinosaurios.
Está a 88 kilómetros al noreste de Las Vegas, el horario de visita es de 8:30 a 16:30 horas y el precio de la entrada es de unos 6$ por vehículo.
Antes de llegar, poco después de desviarnos de la autopista I-15 y coger la carretera estatal 168, se encuentra la estación de servicio de la reserva Moapa Paiute. En ella podéis encontrar tienda, casino y un café muy autentico donde tomar un desayuno puramente americano (no está permitido hacer fotos al estar dentro de la reserva india).
De las distintas zonas del parque, las más recomendables son las que se esconden en la zona norte: Mouse's Tank, Rainbow Vista y White Domes. En la carretera principal no debéis perderos Atlatl Rock, Arch Rock y Seven Sisters.
Antes de llegar a Las vegas
hicimos una parada estratégica en Las Vegas Premium Outlets – North (hay un
outlet al norte y otro al Sur de la ciudad). Es un outlet que está muy bien y
si vais os recomiendo que os deis de alta en la su página web y os descarguéis
los cupones ya que os ahorrareis bastante dinero.
Nuestra última noche en Las
Vegas fuimos al Downtown, Fremont Street, donde empezó todo.
Esta calle no es tan
glamourosa como el Strip, pero está cubierta por una gran bóveda con dos
grandes escenarios donde todos los días se celebran atracciones musicales
gratuitas y en la que se representan espectáculos audiovisuales denominados
Viva Vision todos los días de 18 a 24 horas (podéis descargaros el programa a
través de internet).
Finalizamos nuestro paseo
por Freemont St. haciéndonos la típica foto del vaquero y la cabaretera y
fuimos a cenar en uno de los restaurantes más antiguos que está en la esquina
donde comienza la calle.
Para finalizar el día y
aprovechando que esa noche nos alojábamos en el hotel Stratosphere, subimos a
la torre que estando alojados en el hotel es gratuito y tiene unas vistas
increíbles.
En lo alto de la torre también podéis encontrar unas atracciones increíbles para soltar adrenalina, solo aptas para valientes...
Al bajar de la torre, aprovechamos para echar las últimas fichas en el casino (se nota que no es tan glamouroso como los del Strip y las apuestas son más baratas) y a dormir.
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